Dentro de los aislantes térmicos naturales o ecológicos, hay un aislamiento que tiene la ventaja que tiene más aplicaciones al tener que aplicarse con maquinaria especial; es el aislamiento térmico natural a base de papel reciclado de periódico molido, al que se le han añadido sales de bórax.
En la rehabilitación de viviendas estos aislantes térmicos naturales se aplican en cavidades de todo tipo: cámaras, buhardillas, aislamiento de trasdosados y tabiques de yeso laminado, falsos techos, escayola, etc. En obra nueva la celulosa se puede proyectar sobre tabiques y forjados en húmedo.
En verano tienen un efecto sorprendentemente refrescante ya que son capaces de "retener" el frescor de la mañana durante un ciclo de 12 horas; es decir, tienen un comportamiento anticíclico muy reconfortante. Debido a esta característica, estos aislantes térmicos naturales ofrecen un rendimiento estival especialmente elevado.
En invierno, las características equilibrantes orgánicas de estos aislantes térmicos naturales hace que las puntas de calor y frío apenas se sientan, posibilitando un confort de temperatura equilibrada, más o menos constante, que dura todo el día y que es muy agradable.
Dentro de los aislantes térmicos naturales queremos destacar el que está hecho de papeles reciclados de periódico con sales de bórax. La celulosa no se puede comprar en los grandes almacenes, debiéndose colocar por empresas especializadas y homologadas por el fabricante.
La colocación de este tipo de aislantes térmicos naturales, en la rehabilitación, es relativamente rápida, ya que se puede realizar desde el interior de la vivienda, en un solo día, sin obra ni andamios.
Aparte de haber aislado y, habiendo contribuido así a reducir gastos de energía, el propietario de la vivienda además ha ayudado a reciclar un material orgánico y natural muy preciado.
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
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